martes, 21 de enero de 2014

La cuna que volaba

Como cada noche, Luciano se acostaba en su cama no sin antes, mirar a su hijo mecido en la cuna. No obstante, como temía despertarlo en esta ocasión, se metió en la cama con mucho cuidado para no molestar a su pequeño niño.Ya en la cama, junto a su mujer también, Luciano quiso tocar la cuna y a su bebé para asegurarse de que estaba bien dormido y complacido. No obstante, no llegó casi a rozar la cuna cuando su mujer preguntó: “Está ya dormido” Luciano que no quería despertar al pequeño, casi no contestó.
Pasaron unos minutos y Luciano en el séptimo sueño, se dio cuenta de que su hijo apenas se escuchaba, y eso que a menudo muchas noches armaba buen escándalo por lo que, acercó su mano a la cuna pero esta vez, no llegó a rozarla…
 
Asustado, encendió la luz y vio como la cuna estaba cada vez más cerca de la ventana y una mano grande y arrugada, trataba de coger a su hijo para lanzarlo por los aires. Fue entonces cuando al ver una sombra enorme se dio cuenta de que en la ventana había una anciana espeluznante con el pelo eléctrico y era quien se estaba llevando al pequeño bebé.
Pero la anciana, como era reacia a la luz, no pudo mantenerse y se esfumó en el aire dejando al pequeño suspendido en la misma habitación junto a su cuna…

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